En un nuevo capítulo del éxodo deportivo cubano, los peloteros Rafael Viñales y Denis Peña, integrantes del equipo Las Tunas, abandonaron la delegación oficial durante su estancia en México, justo antes de abordar el vuelo de regreso a la Isla. El equipo tunero había obtenido el subcampeonato en la Liga de Campeones de Béisbol en América, celebrada recientemente en ese país.
La deserción fue reportada por el periodista deportivo Francys Romero, quien confirmó que ambos jugadores dejaron el grupo en las horas finales de la gira. Poco después, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) emitió un escueto comunicado en el que los acusó de “dar la espalda al compromiso asumido”.
El hecho se suma a la reciente fuga de las jugadoras de balonmano Naomis Mustelier, Islenia Parra y Nahomi Rodríguez, también en México, lo que eleva a cinco los atletas cubanos que han escapado en el marco de esta gira internacional.
Rafael Viñales, de 32 años, es uno de los peloteros más conocidos del oriente cubano. Representó a Cuba en el Preolímpico de Miami 2021 y en el torneo Premier 12, donde el equipo nacional tuvo un desempeño decepcionante. Su actuación ofensiva durante el torneo en México fue destacada por medios como Swing Completo, que lo calificaron como “uno de los bateadores más oportunos” del conjunto tunero.
La Agencia Cubana de Noticias también lo incluyó entre los protagonistas del bateo junto a figuras como Yosvani Alarcón y Yadián Martínez.
En cuanto a Denis Peña, de 29 años, tiene antecedentes de un intento de salida del país en 2015, cuando viajó a República Dominicana en busca de firmar con alguna academia de Grandes Ligas, sin lograrlo. Regresó a Cuba en 2017 y desde entonces participó en cinco Series Nacionales, desempeñándose como tercera base en equipos del oriente del país.
Estas deserciones no son nuevas ni aisladas. En 2021, 11 peloteros abandonaron el equipo nacional sub-23 en Hermosillo, México, generando un escándalo internacional. Desde entonces, el régimen cubano ha responsabilizado a Estados Unidos por facilitar lo que denomina «tráfico de atletas», señalando especialmente la cancelación del acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol y la Major League Baseball (MLB) durante la administración de Donald Trump.
El Inder volvió a culpar al “bloqueo” y a la supuesta manipulación política, calificando la fuga como una consecuencia de la “crueldad” que impide un “flujo natural” de peloteros cubanos hacia los circuitos profesionales. Sin embargo, los hechos demuestran que el problema está en el interior de la Isla: falta de libertades, bajos salarios, persecución ideológica y control estatal total sobre la vida de los atletas.
La huida de Viñales y Peña, orgullosos representantes del béisbol tunero, no solo evidencia el colapso del deporte en Cuba, sino también el profundo deseo de escapar de una realidad asfixiante que expulsa, uno a uno, a los mejores talentos del país.