El banco estatal suizo PostFinance ha comenzado a cancelar sistemáticamente los servicios a clientes con cualquier conexión con Cuba, según reveló la emisora pública suiza SRF. En las últimas semanas, numerosos residentes cubanos han recibido notificaciones de cierre de sus cuentas bancarias, una medida que estaría relacionada con la presión de las sanciones de Estados Unidos contra el régimen de La Habana.
Los afectados han recibido cartas notificando la terminación inmediata de sus servicios bancarios, dándoles apenas dos semanas para encontrar una alternativa. Tal es el caso de Sandra S., una suiza residente en Cuba desde hace años, que fue sorprendida por la notificación sin previo aviso y ya no puede retirar dinero de su cuenta. Su situación, lejos de ser un caso aislado, revela una política sistemática de la entidad suiza hacia quienes tengan alguna conexión con Cuba.
SRF advierte que este movimiento de PostFinance responde al creciente temor a represalias por parte del gobierno de Estados Unidos, especialmente tras las amenazas del expresidente Donald Trump, quien retomó su campaña de presión contra Cuba. Aunque no existen pruebas directas, se especula que pudo haber habido presiones desde Washington sobre el banco, que opera bajo control del gobierno federal suizo.
La decisión tiene lugar en un contexto de presión renovada hacia el gobierno cubana, con las sanciones económicas de EE. UU. endureciéndose en los últimos años. Tras el breve acercamiento promovido por Barack Obama en 2016, la llegada de Trump a la Casa Blanca marcó un giro radical: devolvió a Cuba a la lista de países patrocinadores del terrorismo y amenazó con sanciones a cualquier empresa o banco extranjero que mantuviera relaciones con la Isla. Aunque Joe Biden alivió ciertas restricciones en 2024, estas medidas fueron rápidamente anuladas por Trump al retomar el poder, en una política que oscila entre la diplomacia y la presión sin tregua.
PostFinance, por su parte, se ha limitado a decir que sus políticas internas «responden a la evolución de las sanciones internacionales», y que las relaciones comerciales se evalúan individualmente. A pesar de no estar directamente sometida a las leyes estadounidenses, la entidad reconoce su dependencia del sistema bancario en dólares y de las redes de corresponsales internacionales, muchas de las cuales operan bajo jurisdicción estadounidense.
Durante años, los grandes bancos suizos suspendieron cualquier transacción con Cuba por miedo a sanciones de EE. UU. PostFinance fue la última institución en mantener esos servicios, hasta que en 2019 también cortó vínculos. La decisión provocó críticas, y el banco fue instado por el Gobierno suizo a garantizar servicios mínimos para pensionados en el extranjero, lo cual cumplió parcialmente.
El nuevo endurecimiento de su postura revive la polémica y deja sin acceso bancario a decenas de personas, en un momento de máxima fragilidad para los cubanos dentro y fuera del país. Esta tendencia no es aislada: en 2024, el banco suizo EFG International AG fue multado con 3,7 millones de dólares por la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE. UU.) por realizar operaciones con clientes sancionados, incluyendo cubanos. En noviembre de 2023, la plataforma Binance enfrentó una sanción de casi 1.000 millones de dólares, mientras que la empresa DaVinci fue multada con 206.213 dólares por violar sanciones similares.
En este contexto, PostFinance parece anticiparse a posibles sanciones, cortando relaciones incluso con clientes legítimos que no tienen relación con el régimen cubano. Para muchos, este es un nuevo capítulo en el aislamiento financiero que sufre la población cubana, resultado directo de un sistema represivo que ha convertido al país en un riesgo bancario global.
