La organización independiente Cubalex ha publicado su más reciente informe mensual, alertando que marzo de 2025 se convirtió en el mes más violento y represivo registrado en Cuba desde que iniciaron su labor de monitoreo. Según el informe completo, se documentaron 247 violaciones de derechos humanos y 103 hechos violentos, incluyendo asesinatos, represión política y un aumento preocupante de la inseguridad ciudadana.
En apenas 31 días, la isla vivió una escalada de violencia sin precedentes. Cubalex identificó al menos 20 asesinatos, así como un auge del consumo de drogas como «el químico», violencia de género, estafas digitales, maltrato animal y ataques a instituciones religiosas y escolares. La ausencia de una respuesta eficaz por parte de la Policía Nacional provocó un aumento de actos de justicia por mano propia en varias provincias.
La crisis estructural que azota al país continúa profundizándose. La persistente inflación, el desabastecimiento generalizado y la implementación de una “dolarización encubierta” han exacerbado el apartheid económico, marginando aún más a quienes no tienen acceso a divisas. En este contexto, Cubalex reportó más de 20 protestas ciudadanas, con acciones que incluyeron quema de cañaverales y enfrentamientos directos frente a entidades estatales.
El panorama represivo no fue menos alarmante. El informe señala 496 incidentes represivos ocurridos en 50 municipios, desde detenciones arbitrarias, traslados forzosos, amenazas, coacción, hasta violencia física y violaciones a la libertad religiosa. Estas acciones afectaron directamente a 167 personas, con una incidencia desproporcionada sobre activistas de derechos humanos, personas afrodescendientes y presos políticos.
La situación carcelaria sigue siendo crítica. En la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba, murieron cuatro reclusos en marzo, en un contexto de negligencia médica, desnutrición y brotes de enfermedades contagiosas como tuberculosis y hepatitis. Cubalex también denunció que muchas de las personas excarceladas tras el opaco acuerdo entre el régimen cubano y el Vaticano, continúan bajo estricta vigilancia y represalias, siendo incluso reaprehendidas o citadas.
El uso de las redes sociales como herramienta de denuncia también fue duramente castigado. Se documentaron cortes masivos de internet, espionaje digital y hostigamiento constante contra miembros de organizaciones como UNPACU y las Damas de Blanco, así como represalias dirigidas contra familiares de presos políticos.
Cubalex advirtió que los datos presentados en su reporte representan apenas un subregistro, dada la censura, la autocensura, y las limitaciones tecnológicas que impiden denunciar muchas de estas violaciones. “Visibilizar estos abusos es esencial para documentar la represión en Cuba”, concluye el informe, que hace un llamado a las víctimas a compartir sus testimonios de forma segura para seguir denunciando lo que el régimen intenta ocultar.
Marzo de 2025 deja una estampa clara: Cuba vive bajo un sistema que combina la represión política con la inseguridad social y el colapso económico, sin voluntad alguna de cambio estructural.