El gobierno cubano recibió este jueves a 82 migrantes deportados desde Estados Unidos, en una operación aérea que refleja la continuidad de las repatriaciones bajo el segundo mandato de Donald Trump. La información fue divulgada por la agencia EFE, citando reportes de la televisión estatal cubana.
El grupo, compuesto por 74 hombres y 8 mujeres, fue retornado a la isla “como parte de los acuerdos migratorios bilaterales” firmados entre los gobiernos de La Habana y Washington. Entre los deportados se encuentra Heydi Sánchez, una cubana que residía en Estados Unidos desde hacía cinco años y que es madre de una bebé estadounidense, bajo el vulnerable estatus migratorio I-220B.
De acuerdo con el informe, ya suman 15 operaciones de repatriación en lo que va de 2025, con un total de 450 personas devueltas a Cuba desde distintos países de la región. Las autoridades del régimen reiteraron su supuesto compromiso con una migración «regular, segura y ordenada», aunque insisten en criminalizar las salidas irregulares, particularmente las travesías marítimas.
La reanudación de los vuelos de deportación, suspendidos desde 2020, se inició en abril de 2023, enfocándose principalmente en migrantes clasificados como «inadmisibles» tras ser detenidos en la frontera con México.
Según cifras oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP), 217.615 cubanos llegaron a territorio estadounidense durante el año fiscal 2024, finalizado en septiembre. Solo en octubre, primer mes del año fiscal 2025, se registraron 8.261 ingresos de cubanos en la frontera.
El drama migratorio se agudiza en un contexto de crisis económica y social sin precedentes en Cuba, marcada por una severa escasez de alimentos, medicinas y combustible, inflación galopante, apagones prolongados y una dolarización parcial que ha empobrecido aún más a la mayoría de los ciudadanos.
Mientras tanto, en 2024 se documentaron 93 operaciones de devolución de migrantes cubanos desde diferentes naciones, que afectaron a un total de 1.384 personas, confirmando el impacto devastador de la crisis que sigue expulsando a miles de cubanos de su país natal.