En un nuevo giro de discurso que evidencia el fracaso de su modelo económico, Miguel Díaz-Canel reconoció que Cuba deberá «convivir con la dolarización parcial» de su economía, en medio de una profunda crisis financiera, inflación descontrolada y creciente desconfianza en el sistema bancario nacional.
Durante un encuentro televisado con directivos del sistema bancario, el gobernante admitió que es urgente «actualizar la política monetaria» y avanzar hacia una tasa de cambio más flexible y realista, reconociendo así las distorsiones provocadas por el fallido «ordenamiento monetario» implementado en 2021.
“Tenemos que buscar una unificación cambiaria más real. Acciones que permitan controlar la inflación y que la dolarización parcial estimule el ingreso de divisas”, afirmó, en una clara aceptación de la pérdida de soberanía monetaria y la incapacidad del régimen para sostener el valor del peso cubano.
A pesar de la gravedad del panorama, Díaz-Canel se limitó a declaraciones generales sin ofrecer soluciones concretas ante la escasez de efectivo, el colapso de los cajeros automáticos ni el rechazo popular al sistema de pagos electrónicos. Tampoco mencionó medidas inmediatas para enfrentar el desplome de los depósitos en pesos cubanos ni la creciente dolarización informal que alimenta el mercado negro.
La presidenta del Banco Central de Cuba (BCC), Juana Lilia Delgado, y otros funcionarios reconocieron que el sistema enfrenta un año extremadamente complejo, marcado por una grave pérdida de confianza de la población en la banca estatal.
Por su parte, el director de Políticas Macroeconómicas del BCC, Ian Pedro Carbonell, anunció un nuevo mecanismo de gestión y asignación de divisas, con el objetivo de garantizar los ciclos productivos, aunque sin detalles claros sobre cómo se implementará ni si permitirá acceso real a divisas para la ciudadanía.
Mientras tanto, la brecha entre el mercado oficial y el mercado informal se profundiza, y el peso cubano continúa desplomándose frente al dólar, consolidando una economía paralela fuera del control estatal.
El activista Magdiel Jorge Castro criticó duramente las declaraciones de Díaz-Canel en redes sociales, recordando que el régimen antes negaba rotundamente cualquier proceso de dolarización. “De negar que dolarizarían la economía, ahora Díaz-Canel pide acciones para convivir con el dólar. La intención es corregir su propio desastre”, escribió en la red X.
Con esta declaración, el régimen cubano parece admitir por fin la realidad: que el modelo centralizado y el control estatal sobre la economía han fracasado, y que el país avanza, sin rumbo claro, hacia una dolarización de facto, mientras la mayoría de los cubanos siguen sin acceso a dólares, ni esperanzas de mejora.