Las Tunas, Cuba – La tarde del sábado 3 de mayo, una combinación de fuertes lluvias y vientos huracanados azotó varias localidades de la provincia de Las Tunas, dejando a su paso daños en la infraestructura, árboles caídos y comunidades afectadas por inundaciones.
En el Consejo Popular de Delicias, en el municipio Puerto Padre, se registraron ráfagas de viento de hasta 76 km/h, según datos de la estación meteorológica local. El fenómeno meteorológico, aunque no fue clasificado como una tormenta local severa, provocó la caída de postes eléctricos, árboles centenarios y afectaciones en las redes de comunicación. Uno de los incidentes más destacados fue el colapso de un árbol de más de cien años en la zona de la Parada de Quevedo, que derribó un poste de electricidad, dejando sin servicio a parte del poblado.
La información fue confirmada por Radio Libertad Puerto Padre, medio oficialista que detalló en su página de Facebook que las zonas más afectadas fueron La Boca y Leyva, donde técnicos y delegados del régimen visitaron viviendas dañadas. Al lugar acudieron el Primer Secretario del Partido en el municipio, Osbel Lorenzo Rodríguez, y la gobernadora Yelenys Tornet Menéndez, acompañando a las autoridades locales en una inspección inmediata.
En el municipio Jesús Menéndez, se reportaron intensas precipitaciones acompañadas presuntamente de granizo, según testigos locales, aunque este fenómeno aún no ha sido confirmado por fuentes oficiales. Las lluvias provocaron inundaciones en zonas bajas, con daños visibles en viviendas y áreas agrícolas.
Especial preocupación generó la situación en Chaparra, donde los acumulados de lluvia superaron los 100 milímetros en 24 horas, provocando la saturación del suelo y el desbordamiento de canales, situación que pone en riesgo la seguridad alimentaria de una región ya golpeada por la crisis.
El evento se originó por una vaguada persistente sobre el oriente cubano, reforzada por el calentamiento diurno y condiciones locales que favorecieron la formación de tormentas eléctricas.
Los pronósticos del Instituto de Meteorología advierten que estas condiciones adversas podrían persistir hasta el 5 de mayo, con mayor intensidad en las tardes. Las autoridades han exhortado a la población a mantenerse informada y tomar precauciones ante posibles nuevos eventos extremos.
Mientras tanto, brigadas locales intentan restablecer los servicios eléctricos y de comunicación, y brindar ayuda a las familias afectadas. Este nuevo evento climático pone de relieve la vulnerabilidad estructural del país frente a desastres naturales, en medio de una crisis económica que limita la capacidad de respuesta institucional y deja a miles de cubanos expuestos ante la inacción y la precariedad del sistema.