Miles de cubanos y otros migrantes que ingresaron legalmente a Estados Unidos mediante el programa CBP One han sido sorprendidos por una nueva medida del gobierno estadounidense: la revocación de sus permisos de trabajo, lo que pone en jaque su sustento económico y su permanencia legal en el país.
La noticia fue confirmada por Telemundo 51, medio que recogió testimonios de afectados, como el de una migrante cubana que pidió mantener el anonimato. Ella aseguró que desde que obtuvo su permiso de trabajo logró integrarse al sistema laboral, declarar impuestos y mantener a su familia. “Ojalá que el gobierno entienda que no todos somos criminales y que vinimos a aportar a este país”, expresó.
La situación afecta a quienes ingresaron a través del parole humanitario otorgado mediante la aplicación CBP One, recientemente rebautizada como CBP Home. A comienzos de abril, muchos recibieron un correo oficial del gobierno exigiéndoles abandonar el país de inmediato, orientándolos a gestionar su salida voluntaria o auto deportación a través de la misma aplicación.
“Imagínate que vine con un niño chiquito y no me imagino el futuro de mi niño en Cuba”, lamentó la migrante cubana. El temor no es infundado. Para miles, volver a la Isla significa regresar a la represión, la escasez y la desesperanza.
La abogada de inmigración Liudmila A. Marcelo explicó que al ser cancelado este tipo de parole, automáticamente el permiso de trabajo asociado pierde su vigencia. Aunque existen mecanismos para volver a solicitarlo, como mediante una petición de asilo político, estos procesos requieren entre 150 y 180 días, dejando a los migrantes en un limbo legal durante ese tiempo.
Solo aquellos que ya hayan pasado los plazos estipulados —como el año y un día necesarios para aplicar por la Ley de Ajuste Cubano— podrán optar a una nueva autorización laboral con mayor rapidez.
Sin embargo, trabajar sin autorización podría costar caro. La abogada advirtió que el gobierno ahora considera esta acción como causal de inelegibilidad para el ajuste de estatus, algo que antes no ocurría. “Trabajar sin permiso podría jugar en su contra en el futuro”, recalcó.
Respecto a las órdenes de abandonar el país, la especialista recomienda a quienes tienen casos abiertos en corte que no gestionen su salida a través de ICE, sino que soliciten al juez correspondiente cualquier decisión. Ausentarse en la fecha asignada sin justificación implica una orden de deportación en ausencia, lo cual complica aún más cualquier futuro intento de legalización.
Esta nueva embestida contra los beneficiarios del CBP One refleja el endurecimiento de la política migratoria estadounidense, que ahora trata de forma similar a quienes huyen de dictaduras como la cubana y a otros migrantes, ignorando las condiciones excepcionales que enfrentan en sus países de origen.