El Parlamento de Sudáfrica ha decidido poner fin al Proyecto Thusano, un acuerdo de cooperación militar con Cuba, tras un informe que expone graves irregularidades financieras y un despilfarro de recursos. Según el Auditor General sudafricano, el programa generó gastos irregulares por 93,7 millones de dólares, incumpliendo normativas de adquisición y evitando procesos competitivos estándar.
según el sitio Defense Web, iniciado en 2012, el Thusano buscaba la capacitación de personal militar, la reparación de vehículos de defensa y la formación de médicos en la Isla. Sin embargo, la revisión parlamentaria determinó que el costo de la mano de obra cubana resultó hasta 3,8 veces superior al de técnicos locales, mientras que la formación médica en Cuba fue 136% más cara que en Sudáfrica.
Uno de los episodios más controvertidos fue la compra del fármaco Heberon, fabricado en Cuba, por un valor de casi dos millones de dólares, sin cumplir regulaciones sanitarias. Finalmente, el medicamento fue devuelto a la Isla, evitando un desembolso adicional de 12,5 millones de dólares.
A pesar de las críticas, el Departamento de Defensa defendió el acuerdo, alegando que el sector militar sudafricano había resultado poco confiable en la reparación de equipos. Sin embargo, el Parlamento rechazó esta justificación y denunció que la iniciativa fue un «mecanismo de financiamiento indirecto» para el régimen cubano.
Para reemplazar al Thusano, el gobierno propuso el Proyecto Kgala, una versión supuestamente más económica y transparente, aunque ha sido recibido con escepticismo. Parlamentarios opositores denunciaron que se trata de una «rebranding» del fallido programa anterior y exigieron el fin de los acuerdos militares con Cuba.